
0 Erase una vez un nene llamado Pepe Juan Francisco Gómez Hernandez Ruiz De La Braga, vivía en una caja llena de mugre, era muy amorfo, estaba visco, deforme y con las orejas desproporcionadas. Siempre iba en busca de aventuras y de peligro (era un bárbaro).
Un día iba por la calle y lo atropelló un camión lleno de cerdos. Se quedó tumbado en el asfalto con todos los cerdos alrededor suya y cubiertos de excrementos, se quedó más amorfo todavía, ya estaba más deforme y atrofiado, era un engendro total.
Un buen día se tiró por la ventana de su casa,pero cómo su casa era una caja de cartón,no se hizo daño.
Un buen día se tiró por la ventana de su casa,pero cómo su casa era una caja de cartón,no se hizo daño.
Fué a casa de su amigo(era igual de amorfo y desproporcionado que él) y cómo su amigo vivía en el piso numero 666(un número muy sospechoso,por cierto)tardó tres horas cuatro segundos y dos semanas y media más una,bueno,más dos.Se sentaron en la butaca ,se pusieron una bata,se fumaron un puro,se comieron sus albóndigas a la pipirrana,bebieron una copa de coñac.Cómo sus pies estaban fríos y engarrotados se pusieron sus enormes y ridículas babuchas de lunares rosas.Al día siguiente,por la mañana,se comieron su lasaña con cola cao.Se estaban aburridos,se tirarón por la ventana y quedaron hechos un mejunge y fallecieron(por cierto su funeral fué una auténtica moñiga)Esta es otra historia amorfa de unos muchachos amorfos.FIIIIIIIIIIN.XD
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